El Universal

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viernes, diciembre 31, 2004

La calesita criolla

Por JAMES NEILSON
En estos días festivos Roberto Lavagna tiene por qué sentirse contento. La economía avanza viento en popa, aproximándose al nivel alcanzado durante la década infame más reciente. Los comerciantes están vendiendo más, mucho más, el superávit se ha agigantado tanto que no sabe qué hacer con él y también lo han hecho las reservas. Dicen que los acreedores pronto tirarán la toalla: felizmente para el gobierno, el poder de aguante de los jubilados italianos, alemanes y japoneses es ínfimo al lado de aquel de los argentinos pobres. En el exterior, el New York Times, nada menos, acaba de manifestar su asombro por la tasa de crecimiento argentino atribuyéndolo, por lo menos en parte al presunto desprecio de Lavagna por la ortodoxia económica y política. Y como si esto fuera poco, luego de elogiar el trabajo del ministro, el mismo diario, el vocero principal de la progresía yanqui, trató a su jefe, Néstor Kirchner, como un palurdo provinciano maleducado. En el caso de que optara por salir del gobierno, Lavagna lo haría con su reputación intacta.
Lavagna superestrella? Puede ser, pero acaso a los demás les convendría pensar en el destino de las obras de sus antecesores en el papel, hombres como José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo que también disfrutaron de las mieles del éxito durante varios años para entonces ver caer en pedazos el edificio de fachada imponente que habían construido sobre cimientos supuestamente robustos. Cuando de los proyectos económicos, los modelos, se trata, la Argentina es el país de los comienzos rutilantes que se ven seguidos por una etapa de estancamiento que desemboca en un colapso realmente espectacular que a su vez asegura un buen arranque a quien se las arregla para tomar el control.
Lo mismo que Cavallo, Lavagna inició su tarea cuando la Argentina parecía estar por ahogarse definitivamente en un mar de caos, motivo por el que le bastó con introducir un poco de orden para que el país se pusiera a funcionar mejor. Pudo estabilizar la moneda tan bien que los hay que hablan de la convertibilidad bis, pero mientras que cuando rigió la original muchos creían excesivamente fuerte el peso, el propósito de Lavagna es mantenerlo artificialmente débil. Además, como sucedió a Cavallo pero en grado decididamente mayor, a Lavagna le ha tocado manejar la economía en una etapa en la que el mero hecho de que algo fuera ensayado diez años antes es suficiente como para descalificarlo a ojos de la gente que a través de las encuestas opina diariamente acerca de las complejidades contra las que ha de bregar, lo que haría todavía más difícil un eventual intento de modificar el rumbo con el propósito de prepararse para hacer frente a circunstancias nuevas antes de que éstas se materialicen.
De todos modos, es más que probable que, tal y como hasta ahora siempre ha acaecido, los logros innegables de la primera fase de la gestión de Lavagna se vuelvan en contra de él o de su sucesor. Ocurrirá porque las elites dominantes, encabezadas por los políticos y los sindicalistas, están resueltas a convencerse de que todo seguirá siendo tan fácil ya que por fin el país ha dado con la fórmula ganadora. Aun cuando en su fuero interior muchos no creyeran que la Argentina haya descubierto la clave del éxito económico y que por lo tanto puede dedicarse a disfrutarlo, los consustanciados con el corporativismo tradicional son expertos consumados en el arte de aprovechar tanto los buenos momentos como los malos para negarse a permitir nada que les ocasionara algunas molestias. Cuando, como en la actualidad, impera el optimismo, insisten en que no es necesario cambiar nada significante; cuando el pesimismo cubre el país como una espesa capa de niebla gris, dicen que por ser tan grave la situación sólo a un loco irresponsable se le ocurriría pensar en impulsar reformas estructurales drásticas.
Aún no hemos llegado al meridiano de la primera década del siglo XXI, pero hasta ahora cuanto menos lo que se ve se parece mucho a un negativo fotográfico de la década final del XX. Lo que antes lucía blanco es negro y lo negro es blanco aunque, tales detalles aparte, la foto es la misma. Puede que el proteccionismo ya no sea malo sino bueno, que una apertura no sirviera para hacer más competitivas a las empresas locales sino para matarlas bien muertas y que un dólar barato fuera suicida, de suerte que ha que ser recontraalto, pero, distraída por los números económicos espléndidos y por la renovada efervescencia consumista, al igual que diez años atrás la clase política no manifiesta interés alguno en procurar atenuar problemas tan básicos como los supuestos por el pavoroso déficit educativo, la anarquía judicial y la ineficiencia de un Estado avasallado por un enjambre de facciones partidarias. Puesto que la economía parece estar en manos confiables, sus miembros pueden concentrarse en lo único que les apasiona, sus internas. El personaje más afectado por el cambio de moda ideológica que se produjo tres años atrás no es Cavallo, que si bien por las dudas se ha autoexiliado cuenta con la amistad de los Kirchner, sino el ex presidente Carlos Menem, aquella máquina de cosechar adhesiones del pasado reciente que, para su perplejidad, se ha visto convertido en un piantavotos apenas presentable no porque debido a su decisión de anteponer sus propios intereses electorales a aquellos del país abandonó su proyecto a medio hacer sino por habérsele ocurrido emprenderlo cuando en toda América latina brotaban neoliberales deseosos de hacer en sus propios países lo que un gobierno socialista había hecho en España. Menem espera que un día muy pronto la Argentina se invierta nuevamente, devolviendo las cosas a lo que cree es su lugar natural, el que ocupaban cuando estaba en el poder, pero aunque esto ocurriera el tiempo le jugaría en contra. A diferencia de Juan Domingo Perón en su vejez, no le será dado reconvertirse en el gran patriarca de la tribu, acaso porque le falta por completo lo que los romanos llamaban gravitas, una cualidad que en opinión de la mayoría de sus compatriotas pero de nadie más Perón llegó a poseer en abundancia
La calesita criolla continuará girando, pero lo hará a su propia velocidad, de manera que tendrán que transcurrir algunos años más antes de que haya regresado a donde estuvo a principios de los noventa. La ilusión del progreso mantendrá conformes por un rato a los pasajeros comunes mientras que a los políticos, que a esta altura saben muy bien que les sería arriesgado comprometerse irremediablemente con cualquier modelo, no les importa del todo si en un momento determinado viajan desde la derecha hacia la izquierda o al revés: por ahora, los más respaldan a Kirchner con la misma disciplina mezclada con cierta displicencia con la que antes colaboraban con Menem. Tampoco se sentirán demasiado preocupados si, como parece más que probable, se consolida la tercermundización del país, lo que sucederá a menos que el producto per cápita supere por mucho el alcanzado en 1996 o en los ya míticos años setenta. Como señaló hace una semana Felipe A. M. de la Balze en Clarín, el statu quo que ha paralizado a nuestra sociedad durante varias décadas es funcional a una dirigencia que es colectivamente inoperante, que desea a toda costa conservar sus privilegios y que ha aprendido que la pobreza astutamente administrada ... constituye una fuente inagotable de poder.
De la Balze se pregunta si en el 2005 el gobierno de Kirchner podrá romper con este círculo perverso de fiesta y crisis que caracterizó a la Argentina contemporánea. La verdad es que aun cuando quisiera, no existen motivos para creerlo capaz de hacerlo. No podría porque su poder se basa en que si bien todos dicen estar a favor de grandes cambios que, sumados, significarían una ruptura con un pasado atiborrado de frustraciones, ningún integrante de la clase dirigente cree que él personalmente debería ceder un ápice de lo que todavía tiene. Tal actitud puede entenderse. Una sociedad abrumada por la conciencia de haber protagonizado un fracaso colectivo será mucho más conservadora que una que se supone muy exitosa porque en ella abundarán los resueltos a defender su propia trayectoria achacando a otros la responsabilidad por los desastres. Demás está decir que quien lo ha hecho con más vehemencia ha sido Kirchner, un auténtico maestro de este género demagógico típicamente tercermundista. Sus esfuerzos vigorosos por exportar las causas de la gran crisis argentina, librando así de culpa a la clase política local, le han merecido la gratitud no sólo de sus compañeros peronistas y muchos otros dirigentes de ideas afines sino también de sectores muy amplios de la población, razón por la que sería inútil pedirle que optara por repatriar los problemas nacionales con la intención de procurar resolverlos.
Noticias

Francia: ahora los bebés podrán llevar el apellido de sus madres

En Francia acaban de dar un paso adelante en la lucha por la igualdad de los sexos. A partir del 1 de enero los franceses podrán llevar el apellido de sus madres. La reforma había sido aprobada dos años y medio antes, pero recién el sábado próximo entrará en vigor. Con esta ley, considerada por los expertos como "una pequeña gran revolución social", concluye una larga tradición patronímica que se había originado en la Edad Media y que obligaba a transmitir a los hijos sólo el apellido de su padre. Ahora los progenitores podrán elegir libremente para su futuro niño el apellido de la madre, el del padre o ambos, en el orden que elijan y separados por un guión. Aunque esta tercer opción ya había sido autorizada en el ’85, solo se la utilizaba informalmente, pero sin posibilidad de transmisión. Para que la nueva ley no traiga desunión entre los hermanos, el apellido que los padres elijan para el primer hijo será el que se aplicará a todos los demás. Hasta ahí todo muy bonito. Ahora, ¿qué pasa si no hay acuerdo entre los papis? En caso de no acordar... seguirá prevaleciendo el apellido paterno.
Clarín - Weblogs

España: iniciativa oficial para legalizar los matrimonios gay

El Gobierno aprobó el anteproyecto que deberá ser ratificado por el Parlamento.

Juan Carlos Algañaraz. MADRID CORRESPONSAL

El gobierno socialista español aprobó un anteproyecto de ley que legaliza los matrimonios gay, y los equipara con "los mismos derechos y libertades" a los tradicionales, incluida la adopción. Estudios oficiales calculan que se beneficiarían 4 millones de españoles.El anteproyecto reforma el Código Civil sobre el matrimonio. Las palabras "esposo o marido" y "esposa" serán sustituidas en la legislación y documentos por las palabras "cónyuges" o "personas". A las acusaciones de la Iglesia Católica y el conservador Partido Popular, la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, sostuvo que la "institución matrimonial no está amenazada sino que sale reforzada al dar cabida y acoger a grupos iguales a los demás". También hizo un llamamiento a la sociedad para que cese la discriminación contra los homosexuales.Y, en alusión a la oposición de la Iglesia dijo que "pueden hacer las manifestaciones que consideren oportunas, lo que no altera las competencias del Gobierno".El anteproyecto será enviado al Parlamento para iniciar el debate en febrero. El momento decisivo llegaría en junio próximo. Los socialistas tienen el apoyo de otros partidos. Descuentan que la ley se aprobará, y que en el verano se realizarían los primeros matrimonios homosexuales. La vicepresidenta señaló que las normas "no afectan la libertad ni los derechos de las parejas heterosexuales, que no los ven restringidos por la ampliación de estos derechos. El propósito del Gobierno es extender los derechos civiles a todos; queremos eliminar las discriminaciones que frenan la realización de las personas. El matrimonio es un derecho de todos, sin distinción, no un privilegio con exclusiones". Según el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 68% de los consultados cree que los homosexuales deben tener iguales derechos que los heterosexuales, mientras que un 66% aprueba la legalización del matrimonio gay.La Conferencia Episcopal española sostuvo que "a la convivencia de los homosexuales no se le puede reconocer una dimensión social semejante a la del matrimonio y la familia. El matrimonio es una institución esencialmente heterosexual que no puede ser contraída más que por personas de distinto sexo: una mujer y un varón". Y acusó al Estado de actuar "de un modo arbitrario que excede a sus capacidades. Es una medida que tendrá consecuencias negativas que afectarán a toda la sociedad".El matrimonio homosexual está admitido en Holanda y Bélgica. Suecia, Alemania, Francia y Dinamarca permiten las uniones civiles homosexuales con limitaciones referidas a la adopción.

Clarín.

martes, diciembre 28, 2004

Ferrari, satisfecho con el fallo que levantó la clausura de su muestra


"Es extraordinario", consideró el artista. Y destacó la "defensa de la libertad de expresión" que llevó a cabo el Gobierno de la Ciudad.

El artista plástico León Ferrari celebró esta mañana la resolución de la Justicia que levantó la clausura de su polémica muestra en el Centro Cultural Recoleta de Capital Federal. Es “extraordinaria”, dijo. Y destacó la "defensa de la libertad de expresión" que llevó a cabo el Gobierno porteño."Es tan bueno el fallo, sobre todo el de (el juez Horacio) Corti, que parece una persona sumamente culta y enterada de problemas que en realidad no tendría por qué saberlos un camarista”, dijo el artista.Y agregó: “Me parece extraordinaria la actitud de la Cámara, me ajusto a poner lo que ellos piensan que haya que hacer, que es un poco más de lo que se hizo ya", opinó Ferrari en declaraciones a Radio Continental.La exhibición contiene unos 400 trabajos y es una retrospectiva de 50 años de trabajo de Ferrari, que incluye imágenes religiosas. Fue inaugurada el 30 de noviembre pasado.De inmediato, las obras expuestas desataron la polémica. El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, criticó duramente la muestra y la calificó de “blasfema”. Pero la cosa no quedó ahí. La situación se recalentó aún más cuando un grupo de personas destruyó varias obras.
(Archivo: 04/12/2004) El 18 de este mes, y tras un aluvión de presentaciones judiciales realizadas por diferentes organizaciones religiosas, la jueza en lo correccional Elena Liberatori ordenó su clausura preventiva.(Archivo: 18/12/2004)Pero el Gobierno de la Ciudad apeló la medida. Ayer la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteña dispuso su reapertura. Aunque con algunas condiciones: ordenó que en la puerta de acceso a la muestra se coloque un cartel en el que se alerte sobre el contenido de la exposición y la posible "afectación en los sentimientos religiosos". (Edición impresa) Tras la decisión de la Justicia Ferrari aseguró: "Lo que rescato de todo esto, además de una actitud equivocada de la Iglesia, es la actitud del Gobierno de la Ciudad, que ha hecho una defensa cerrada de la libertad de expresión al defender mi muestra". Por otro lado, el artista volvió a rechazar los cuestionamientos de la Iglesia a su muestra. "Ése es el resultado de una enseñanza que nosotros pagamos en las escuelas y también en las universidades, de esa idea central del cristianismo -que para mí es una deformación de las ideas de Jesús y del cristianismo- de que es lícito castigar al que piensa distinto"."Me alegra mucho que rechacen este infierno (los religiosos), aunque sea porque tienen las imágenes que ellos adoran", ironizó Ferrari.


Clarín.

sábado, diciembre 25, 2004

"Crear una nueva esfera pública, sin Estado"

PAOLO VIRNO - NAPOLES 1952. FILOSOFO
Ha tenido una importante participación en la vida intelectual y en la autonomía obrerista italiana. A fines de los 70 y principios de los 80 fue perseguido y encarcelado por el estado italiano durante tres años acusado de "asociación subversiva y constitución de banda armada". Fue absuelto. Sus estudios están orientados a la filosofía del lenguaje y a la ética de la comunicación lingüística, sobre todo en lo referido a las formas de vida metropolitana de la modernidad post fordista. Enseña Etica de la comunicación y Filosofía del lenguaje en la universidad de Cosenza, Calabria; colabora en el suplemento cultural de "Il Manifesto"; fundó la revista y editorial "Derive Aprodi", además de "Metropoli" y "Luogo Comune". Escribió: "El recuerdo del presente" (un planteo demoledor del pretendido "fin de la Historia"); "Gramática de la multitud"; "Simondon"; "Palabras con palabras"; "Virtuosismo y revolución"; "Mondanità. L'idea di mondo tra esperienza sensibile e sfera pubblica"; "Esercizi di esodo", entre otros.

Paolo Virno sostiene que vivimos en una época de crisis que, como ocurrió en el siglo XVII, impone repensar todos los conceptos y categorías. Apuesta a una democracia de la "multitud" que ya no debe tomar el poder sino crear una nueva esfera pública que prescinda del Estado y valorice al individuo. Aquí, un fragmento de su último libro, "Cuando el verbo se hace carne", en el que reivindica con razones científicas y filosóficas la visión materialista de la vida.

Héctor Pavón.

El futuro puede estar cargado de promesas pero también puede venir lleno de terrores". Así, con un realismo crudo, se refiere al presente Paolo Virno, filósofo italiano y protagonista de la escena del pensamiento contemporáneo europeo y de algunos circuitos de las ideas argentinas. "Intento elaborar una filosofía materialista que parte del hecho de que el ser humano es un animal lingüístico y político, como dice Aristóteles. La condición biológica de nuestra especie provoca el hecho de hablar y del hacer político. El materialismo que yo propongo busca unir naturaleza e historia", dice, como declaración de principios, Virno. Marx, Hobbes, Spinoza, Deleuze, Simondon, son sus referencias canónicas. Entre sus libros, ha sido Gramática de la multitud (Colihue) el que ha puesto de manifiesto su pensamiento filosófico político y lo convirtió en un autor clave para entender las lecturas sobre la "multitud" a la que también ha hecho referencia otro italiano más conocido: Toni Negri. Pero los postulados de Imperio y Multitud, los libros que escribieran Negri y Michel Hardt, fueron cuestionados por Virno que considera la idea de Imperio como un análisis "prematuro". El nombre de Virno comenzó a sentirse en la Argentina al compás de las cacerolas que sonaron en diciembre de 2001. Cuando vinculó esos hechos con las protestas de Seattle y Genova le llovieron tantas opiniones acordando con él como respuestas polémicas a su interpretación. Ahora se publica en la Argentina Cuando el verbo se hace carne (editado por Tinta limón con el grupo Cactus), un libro complejo y profundo de reflexiones filosóficas en torno al lenguaje, la naturaleza humana, el concepto de multitud y Ludwig Wittgenstein. Desde Roma, amable y generoso, habló sobre sus pasiones filosóficas.- —Vivimos una nueva época que como tal necesita nuevos valores, conceptos. Pero, ¿quién los pensará, quién los construirá?- —Ese es el problema de las nuevas formas políticas. Pienso que estamos en una situación bastante parecida a la que se vivió en Europa en el siglo XVII cuando se inventaron todas las categorías, los conceptos que ahora parecen obvios, triviales y comunes. Fue en ese momento cuando se creó la idea del Estado nacional, central, y se inventaron conceptos como la soberanía y la obligación de obedecer. Tengo la impresión de que estamos en una fase en la que todos esos conceptos están en crisis y se construyen otros. ¿Quién los construye? Es una pregunta muy acertada. Y no hay que pensar que haya filósofos o pensadores que inventan conceptos políticos porque ése es un modo de concebir la política desde el peor Platón o la peor Ilustración. Estos conceptos emergen poco a poco dentro de experiencias colectivas por prueba y error. Está emergiendo un nuevo modo de ser en la esfera pública que se caracteriza por el hecho de que el Estado es algo que se ha vuelto viejo, inadecuado, al igual que una máquina de escribir respecto de una computadora.- —Este presente parece pleno de miedos, angustias, conocidos y desconocidos; es una era de incertidumbre. ¿Dónde está la salida, en la filosofía, el arte, el psicoanálisis, la política?- —Creo que ese miedo como sentimiento difuso, característico de nuestra época, es un miedo en el cual se mezclan dos cosas antes separadas: por un lado el miedo por peligros concretos, por ejemplo, "pierdo el puesto de trabajo". Por el otro, un miedo mucho más general, una angustia, y que no tiene un objeto preciso que es el sentido de la propia precariedad. Es la relación con el mundo en su conjunto como fuente de peligro. Estas dos cosas normalmente estaban separadas. El miedo por un motivo determinado era algo socialmente gobernable mientras que la angustia por la propia precariedad, por la propia finitud, era algo que las religiones o la filosofía trataban de administrar. Ahora, en cambio, en la globalización, las dos cosas son una sola. Vale decir: cuando tengo miedo por un peligro concreto siento también toda mi precariedad respecto de mi vida, del mundo como tal, del significado de mi vida. Es como si experimentásemos en situaciones sociales —como la crisis argentina de hace dos años, o la vida de los inmigrantes que llegan a Europa— al mismo tiempo un problema económico social concreto y una relación con el mundo que nos aparece con todo su dramatismo. Yo creo que lo que puede constituir un remedio, una cura para ese miedo angustiante es la construcción de una nueva esfera pública. Entiendo por esfera pública nuevas formas de vida que no tengan más en su centro la obediencia al Estado y la obligación del trabajo asalariado en tanto trabajo despojado de significado que está por debajo de lo que hombres y mujeres pueden hacer con su colaboración inteligente. Una nueva esfera pública donde se pueda valorizar la propia singularidad y no converger hacia esa especie de unidad trascendente que es el soberano, el Estado.- —Usted ha expresado que hoy el objetivo de la política es la felicidad. Una expresión que puede parecer poética pero, ¿cuál es su interpretación social?- —Cuando se habla de felicidad muchos piensan quizás en aquel artículo de la Constitución de Estados Unidos que habla del derecho a ser felices. Yo pienso sobre todo en el uso que hizo Hannah Arendt de la expresión felicidad pública. Es difícil pensar en una felicidad como una especie de posesión secreta, de bien privado. La felicidad es algo relacionado con el hecho de que nuestra mente, la mía, la suya, es siempre como tal una mente pública, social y no puede realizarse si no es en relación con los propios semejantes. Pensar que somos mentes realizadas en sí mismas, completas, y que sólo en un segundo tiempo nos ponemos en relación con los otros me parece poco verosímil, falso. Y por ende pienso que ese estado de bienestar que llamamos felicidad es algo que tiene que ver con el tiempo. Pienso en el 68 en Europa, o en EE.UU., o en América latina, como una ocasión en la fuimos personalmente felices. Hay un punto en el cual lo que sucede a nuestro alrededor y lo que sucede en nuestros sentimientos más íntimos tiene una relación muy fuerte. El nexo entre política y felicidad ha sido negado durante mucho tiempo en nombre del ascetismo, de la separación entre lo público y lo privado, pero llegó quizás el momento de pensar de nuevo la vinculación entre ambas cosas.- —La unión entre naturaleza e historia es la base de su filosofía materialista. ¿Cómo se entiende esta unión y qué implicancias políticas contiene?- —Creo que por naturaleza humana es necesario entender el conjunto de condiciones invariantes que son verdaderas desde siempre y que constituyen la base para todo lo que cambia en nuestra vida. Existen condiciones fijas, constantes siempre iguales que en el ser humano permiten luego la gran mutabilidad, el gran cambio de modos de producción, costumbres, culturas. Cuando hablamos de una nueva época hablamos de cómo esas condiciones invariantes, que es nuestra naturaleza, como la facultad del lenguaje, emerge de una u otra manera, como lo "siempre presente", lo verdadero perpetuo, en una sociedad histórica que cambia. Por naturaleza humana debe entenderse un conjunto de condiciones que abren a la Historia, a la temporalidad, a la mutabilidad y que este conjunto de condiciones pueden reducirse al hecho de que somos animales lingüísticos y , que no nacemos ya sabiendo qué hacer, sino que debemos aprender. En la globalización, la precariedad, inestabilidad, ausencia de un ambiente determinado, que es un elemento de la naturaleza humana, se convierten también en características sociales, sociológicas. En los inmigrantes, por ejemplo, el hecho de que haya que modificar varias veces en la vida el propio saber laboral, o sea un elemento que siempre fue verdadero, adquiere una visibilidad particularmente fuerte.- —¿Cuando usted se refiere al virtuosismo de los hombres y de sus acciones piensa en modelos en particular? ¿Dónde encuentra los virtuosos hoy? ¿En qué mundo o disciplinas?- —En un tiempo, cuando se decía virtuoso, se pensaba en el gran bailarín, el gran pianista. Para mí, las características del virtuoso en una forma mucho menos artística, mucho menos sublime, hoy se encuentran en el trabajo intelectual de masa. En la economía postfordista, basada en la comunicación, la cultura, la información. Cuántas veces, en los trabajos —digamos, post-fordistas— es necesario improvisar, comprender qué hacer respecto de una situación imprevista: es como si las características del virtuoso no se terminan en un objeto, es algo que es un fin en sí mismo, es tener una relación con quien lo escucha, con un público. Esas características hoy están presentes en el trabajo industrial. Se han socializado.- —El historiador Jacques Revel dice que le tememos al futuro, nos refugiamos en el pasado y sobrestimamos el presente. ¿Estamos viviendo un presente que se resiste a ser pasado?- —Creo que cierto miedo al futuro se debe al fin de la idea de progreso, a la idea de que el futuro sería mejor que el presente. Ahora tenemos frente a nosotros un futuro totalmente contingente: es decir que puede estar cargado de promesas pero también lleno de terrores. Es como si faltase una ética, un hábito de cómo enfrentar un futuro que ya no está garantizado por la idea de progreso. Por eso hay cierto miedo del futuro. Tengo la impresión de que hay una total concentración sobre el propio presente y que para ordenarlo, comprenderlo, se evocan figuras del pasado. Se trata, sin embargo, de una evocación en función de intentar hacer algo nuevo aquí y ahora. - —¿No cree que los ciclos del capitalismo y del imperio, o imperialismo, son un déjà-vu, - esa figura que usted trabajó en "El recuerdo del presente"?- —Pueden parecer un déjà-vu sólo porque el capitalismo contemporáneo evoca la naturaleza humana como tal, pero en una configuración histórica muy particular: hecha de explotación. Por otra parte, existe justamente en el capitalismo contemporáneo esa unión entre aquello que vale desde siempre y aquello que vale sólo ahora y también puede ser modificado. De ahí surge la impresión del déjà-vu. En el fondo, los capitalistas siempre han dicho: somos una economía ligada a la naturaleza humana. Eso es verdadero y falso a la vez, en el sentido de que el capitalismo, cuando se habla de fuerza de trabajo, se refiere a algunas dotes del ser humano que valen desde siempre. Pero es falso porque el capitalismo adopta esta naturaleza humana, esas dotes humanas que siempre estuvieron presentes de un modo absolutamente particular que no es de hecho el único posible. - —El historiador británico Seton Watson ha dicho que los pueblos balcánicos producen más historia de la que pueden consumir. ¿Esta idea puede extenderse a toda la humanidad? ¿El mundo produce demasiado presente y memoria?- —Es acertadísimo. Me parece una frase excelente. En El recuerdo del presente yo sostengo lo contrario de lo que dice Fukuyama sobre el fin de la Historia. Estamos viviendo una situación de exceso de Historia. ¿En qué consiste ese exceso? Es cierto que obviamente suceden muchos hechos históricos, pero el exceso se debe al hecho de que en estos acontecimientos históricos ha pasado a ser objeto de historia también la capacidad humana de hacer Historia. Es decir: nuestra historicidad, la capacidad de poder hacer Historia se ha convertido en un objeto de la praxis. Por ejemplo, nosotros hacemos y tenemos Historia porque tenemos lenguaje y porque somos seres potenciales. Estas dos cosas, nuestra potencialidad y nuestra lingüisticidad, condiciones de la Historia, hoy pasan a ser materia prima de la economía globalizada. El trabajador debe estar abierto a la potencialidad, debe ser comunicativo. En vez de hablar del fin de la Historia, yo hablaría, junto con Seton, de un exceso de Historia o de una hiperhistoria. Falta una ética y una política a la altura de ese exceso de Historia y por eso hay una situación de angustia, miedo. Hay incertidumbre respecto de las formas políticas, hay una crisis del Estado pero no hay una alternativa que ya se defina. ¿Por qué? Este exceso de Historia constituye una desproporción respecto de nuestros hábitos, nuestra ética, y nuestras categorías políticas.- —Usted dijo que el concepto de multitud puede tener cierta familiaridad para los liberales porque allí se valora la individualidad. ¿Pero no cree que también los asusta porque ven en ella a una multitud comunista?- —Absolutamente. La idea de individuo de los liberales y la de singularidad de la multitud son como dos gemelos pero opuestos uno al otro. Son muy parecidos pero con dos significados profundamente distintos. Porque el liberal piensa que el individuo es el elemento primero y después se trata de comprender cómo el individuo actúa en relación a los otros y al Estado. Desde el punto de vista de la multitud, el individuo, la singularidad es el resultado de un proceso. Por eso se puede hablar con un viejo concepto filosófico de principio de individuación en el cual la singularidad es como el fruto, el resultado de un proceso de individuación, de diferenciación. Todos nosotros, usted, yo, somos singularidades irrepetibles, pero es así porque provenimos de elementos, por el contrario, universales, comunes. Como el tener, ambos, usted y yo, características que pertenecen a toda la especie: la facultad de lenguaje, de pensamiento. Que luego se singularizan. Por lo tanto, el individuo es un resultado de elementos comunes y universales.- —La multitud dice no a la democracia representativa y propone una democracia participativa. Pero de todos modos elige gobernantes. Vota en la Argentina, España, Estados Unidos... La gente todavía vota.- —Sí, ciertamente, vota. Vota como se hacen tantas otras cosas que no obstante no cuentan mucho. El problema no es no votar sino construir formas de democracia que estén a la altura de estas fuerzas productivas. La producción contemporánea ha llegado a un punto tal que es mucho más compleja, mucho más madura que los aparatos administrativos y legislativos de los Estados. Entonces, la cuestión es qué tipo de democracia se plantea. No se trata de una democracia simplificada, de asamblea, de democracia directa, sino al contrario. La democracia no representativa debería lograr traducir en política, en nuevas instituciones, lo que ya se ve en el plano de la producción global. Cuando se dice democracia no representativa es fácil pensar en el mito de la democracia directa, que naturalmente es un bello mito. Pero da la idea de una política simplificada y elemental. Por eso la cuestión es que esté a la altura de la complejidad de la producción social en la que se valorizan todas las capacidades cognitivas y comunicativas del animal humano, lo que Marx llamaba con una bella expresión el "General Intellect", el cerebro social en cuanto pilar de la producción moderna.- —Respecto de la toma del poder usted ha calificado de "enemigos" a aquellos que la reivindican. ¿Quiénes encarnan el papel de enemigo?- —Pienso que el problema del enemigo político todavía existe. Lo demuestra, por otra parte, que no estamos en un mundo más suave, más dulce. La multitud no tiene el problema de tomar el poder, tiene el problema en todo caso de limitarlo y hacer decaer al Estado construyendo instituciones y una esfera pública fuera de él. Entonces, desde ese punto de vista el enemigo está, pero se parece más al faraón del libro Exodo de La Biblia que persigue un éxodo, una fuga. No se trata de una fuga en el espacio. Es una fuga en el sentido de salir de las categorías de las instituciones estatales. Enemigo hay, pero ya no es el enemigo que está enfrente y ha constituido el modelo de las guerras civiles o está detrás de la idea de la toma del poder. Es un enemigo que traba, sabotea la construcción de democracia no representativa, de nuevas experiencias comunitarias. - —El multiculturalismo que atraviesa Occidente, ¿ayuda a la conformación de la multitud o es un obstáculo?- —El multiculturalismo que cuenta es el que se da en el interior de experiencias de lucha social y de construcción de nueva esfera pública. Una especie de deber ser kantiano multiculturalista corre el riesgo de ser como los buenos propósitos electorales. Puede haber un multiculturalismo virtuoso pero impotente. A mí lo que me parece importante es, en cambio, un discurso sobre las singularidades. Y la singularidad, no la liberal, sino la de la multitud, es justamente el resultado de muchos factores, algunos de ellos multiculturales. Pero lo que cuenta es cada Uno con todo su carácter irrepetible que es el fruto de ser, en todo caso un chino emigrado a California o un italiano en la Argentina. Pero ese cada Uno es el aspecto que cuenta, la valoración de su singularidad. Releyendo a Marx, hoy después de la crisis y el fin del socialismo, de esos regímenes dictatoriales y odiosos que fueron el socialismo real, viene a la mente que él es por muchos aspectos un pensador de la singularidad y su valorización. Hay frases en las que Marx dice: hay que valorizar lo individual frente a todas las abstracciones que hoy se le vienen encima. Una frase así hoy podría ser tomada por una frase de un liberal. Cuando en realidad significa lo opuesto.- —¿Y el futuro de la clase obrera? ¿Cuál es su papel dentro de la multitud?- —La clase obrera existe. Sólo que tiene el modo de ser de la multitud y ya no el del pueblo. No hay que creer que porque se habla de multitud se ha dicho un largo adiós a la clase obrera. La clase obrera es un concepto científico. Quiere decir producir ganancia, plusvalía. El movimiento socialista y el comunista pensaron la clase obrera en términos de pueblo, algo compacto, unitario, que en el fondo quería constituir un nuevo Estado. En mi opinión, la clase obrera actualmente se piensa en términos de multitud, de singularidades ricas, pero siempre se trata de clase obrera.- —Y después de la invasión de Irak, ¿comienza la verdadera Historia, el opúsculo 'después del Muro de Berlín'?- —Sí, exactamente, así es. Pienso que los 90 fueron años de espera, un interregno mientras que el verdadero después del Muro comienza recién con Bush y la invasión a Irak. Lo que un terrible teórico de la política, Carl Schmitt, llamaba el nomos de la tierra, el orden mundial. La redefinición de ese orden comenzó con la guerra en Irak, no con Clinton en los 90 que fue una tierra intermedia, un período de espera, como un entreacto.- —¿No cree que el nuevo gobierno de Bush muestra dónde está el corazón del imperio y quiénes son sus jefes?- —Sí, pienso que muestra en suma lo que en el pensamiento de la política es decisivo: la relación de fuerza. Que se haya hablado durante tantos años de política sin pensar más en la relación de fuerza demuestra solamente que no se llegaba a pensar, a hablar realmente de política. Personalmente, en cuanto al concepto de imperio, tengo muchas dudas porque me parece un intento de fotografiar la situación post muro, la del fin del socialismo, tomando la administración Clinton como modelo. ¿Cuáles serán las nuevas palabras que deberán adoptarse para nombrar el nuevo orden mundial? Lo comprenderemos justamente a partir del desarrollo de las cosas post Irak, en los próximos años, en la relación con China. ¿Cómo decirlo? Estamos recién en el inicio de una redefinición de las formas de dominio mundial. Es muy prematuro ponerles una etiqueta como por ejemplo "Imperio".- —Usted pertenece a un grupo generacional italiano que luchó por la revolución. El Estado los reprimió, usted fue preso. ¿Está desilusionado con este mundo que debe vivir hoy? ¿Le habría gustado vivir en otra época?- —No. Digo sin reservas sí a mi presente. Lo que no significa aprobar el mundo tal como es. Lo considero extremadamente rico e interesante, pese a que sea dramático, trágico. Pienso que recién ahora algo como lo que hace tanto tiempo fue llamado comunismo se ha vuelto actual, una cuestión de sentido común. Para nada extremista. ¿Qué hacer, qué forma política y social dar a la naturaleza humana? Retomo una frase de Walter Benjamin que decía algo así: "Criticar el propio presente, sentir horror por algunos de sus aspectos pero adherir sin reservas". - —¿Para usted cuál es el sentido de la palabra revolución hoy?- —Prescindiría quizá de la palabra revolución porque ése modelo fue el de tomar el poder y construir un nuevo Estado. Hablaría más bien de éxodo. Pienso que el modelo del éxodo es un modelo rico. Exodo significa, más que tomar el poder o someterse a él, salir. Salir significa construir un contexto distinto, nuevas experiencias de democracia no representativa, nuevos modos de producción. Se da una tercera posibilidad y no hablo, ¡por favor!, de "Tercera vía" sino de una política de la extinción del Estado construyendo en positivo, oponiendo la palabra república a la palabra Estado. Construyendo una república ya no estatal con un movimiento que está hecho más de éxodo, de experimentaciones en positivo que de revoluciones en el sentido clásico, que no obstante fueron una actividad inteligente de muchas generaciones pero que lleva la idea de construir un nuevo Estado. No tener que vérselas más con un monopolio de la decisión, quiere decir multitud: muchos, pluralidad.- —¿Continuó observando a la Argentina después de la crisis de 2001, con este nuevo gobierno?- —Sí, he tratado de mantenerme lo más informado posible. Y sobre este nuevo gobierno, me interesaba mucho entender cómo funcionaría. Porque contiene en sí una ambivalencia: ¿Es posible que pueda abrir, aun involuntariamente, espacios constitucionales a los movimientos de lucha que se dieron en Argentina durante la crisis? Y, naturalmente, en otros aspectos, es un gobierno que debe reconciliarse con el orden mundial, con la globalización. Es un gobierno bifronte, como Jano. Me interesa mucho comprender concretamente la conducta de este gobierno. Me quedo por el momento con esta palabra en la boca: ambivalencia. Pero trato de comprender más.

Ñ

viernes, diciembre 24, 2004

Tres años de hibernación

Por JAMES NEILSON

Ya han transcurrido tres años desde que el derrumbe del gobierno del presidente Fernando de la Rúa, y con él de una parte nada despreciable de la economía, dejó traumatizado al país. Aunque de resultas de una transferencia masiva de recursos de quienes tenían algo a la clase política mediante una devaluación brutal seguida por la pesificación asimétrica - o sea, arbitraria -, millones de personas se vieron depauperadas para siempre y otras perdieron casi por completo los ahorros de toda una vida, la mayoría de la población se resignó pronto al despojo consolándose con la idea de que todo pudo haber sido mucho peor. Es que por una multitud de razones vinculadas con una cultura política sui géneris que difícilmente podría ser menos apropiada para los tiempos que corren, a muchos les resultó fácil aceptar que por haber sido absurdo, "una ficción", el sueño de los años noventa de una Argentina primermundista, lo único que les quedaba era aferrarse a un destino de tercera. Huelga decir que los más interesados en propagar esta visión decididamente modesta de las posibilidades nacionales han sido los que militaban en la coalición que, luego de haber saboteado el esfuerzo por recuperar el terreno perdido en las décadas anteriores, hace tres años se las arregló para asestarle el golpe de gracia. A partir de aquellas jornadas, dicha coalición de políticos clientelistas, sindicalistas anacrónicos, cruzados anticapitalistas y, claro está, empresarios cortesanos que no quieren saber nada de la competitividad, ha manejado el país a su antojo.
Felizmente para los responsables de aquel desastre, personajes como Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde, más su heredero Néstor Kirchner, pero no necesariamente para el país, la decisión colectiva de abandonar el intento inevitablemente desprolijo de adaptarse a un mundo cada vez más globalizado coincidió con una mejora notable de las circunstancias internacionales. En un lapso muy breve, se revirtió la coyuntura negativa de los años finales del siglo pasado que fue signada por un dólar fortachón, inestabilidad financiera en todas partes y precios bajos para productos como la soja. Como resultado, 2004 ha sido un año muy bueno para todos los países latinoamericanos. Si bien las economías de Brasil y Chile no crecieron tanto como las de la Argentina y el Uruguay, en su caso no se trata de un rebote después de una caída calamitosa sino de la aceleración de un ascenso que no fue abruptamente interrumpido. Puesto que desde hace más de treinta años la economía argentina sube y baja como un yo–yó en manos de un chico esquizofrénico sin por eso hacerse más productiva, el que haya disfrutado de algunos meses estadísticamente espléndidos no quiere decir mucho. Por lo demás, mientras que en el resto del mundo casi todos los gobiernos entienden muy bien que a pesar de la resistencia de sectores amplios y combativos tendrán que concretar "reformas estructurales" importantes porque de lo contrario sus países se verán aplastados por los cambios que ya están en marcha, en la Argentina se supone que la mejor manera de prepararse para lo que vendrá consiste en negarse a reformar nada.
Los motivos de esta actitud miope, para no decir suicida, son dos. El primero es que la legitimidad del orden que surgió a raíz del "golpe civil" de tres años atrás descansa en la idea de que bajo Carlos Menem y De la Rúa el país fue víctima inocente de un experimento atroz llevado a cabo por una banda de "neoliberales" ya dementes, ya criminales, pero por fortuna Duhalde, acompañado por la gente, pudo salvarlo. El segundo motivo consiste en la extrema precariedad del sistema institucional. No obstante sus bravuconadas, el gobierno de Kirchner es tan débil que le es virtualmente imposible pensar en el mediano plazo y ni hablar del largo. Aun cuando comprendiera la necesidad urgente de reformar – mejor dicho, de construir – el Estado, privilegiar por encima de todo la educación, restaurar cierta seguridad jurídica, seducir a los inversores saliendo del default de tal modo que los acreedores lo respeten, y limitarse a impulsar aquellas actividades económicas que con suerte lograrán sobrevivir en el mundo de mañana, no podría hacerlo. La gran tragedia argentina se debe a que ya no tiene una clase dirigente que esté en condiciones de pensar en términos estratégicos pero que procura distraer la atención de su impotencia dedicándose a rabiar contra el rumbo que ha tomado el resto del planeta.
Será por su conciencia de que, por políticamente útil que le sea encabezar tales protestas, se trata de una actividad que es esencialmente estéril que en las semanas últimas Kirchner se ha mostrado tan exasperado, peleándose con todo el mundo con la excepción, hasta ahora, del decrépito dictador cubano que comparte con él la ambición extraña de hacer de su país el reducto indomable de un ideario anticuado. En su búsqueda desesperada de salidas y atajos, Kirchner no sólo ha fantaseado con una rebelión izquierdista o hiperpopulista contra el universo sino también con remplazar al FMI con China o de liberarse de la plaga neoliberal pagándole a Rodrigo Rato un rescate fabuloso. Pero puede que haya empezado a darse cuenta de que no habrá ninguna solución mágica para el gran embrollo argentino, que le guste o no le guste el país tendrá que aprender a vivir en el mundo tal y como es. Hace pocos días, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradia, sorprendió a muchos al advertirles a los productivos que tendrán que prepararse para competir, aseverando que "es inútil perder el tiempo intentando evitar algo que igual va a ocurrir".
Tiene razón. En muchos otros países, entre ellos Estados Unidos, Italia y España, la irrupción de China como una gran potencia fabril está causando estragos a las empresas de baja tecnología y salarios modestos. Sólo se trata de un comienzo. Los que creen que en los años noventa el país se vio asaltado por una horda de capitalistas salvajes no encontrarán epítetos lo bastante contundentes como para calificar a lo que les sucederá en cuanto China se ponga a exportar en serio. Para colmo, no será cuestión meramente de aquellos productos – ropa, juguetes, calzado – que siempre han sido considerados aptos para países atrasados en los que los trabajadores ganan muy poco. China está decidida a competir en todo, desde los bienes más sencillos hasta los tecnológicamente más sofisticados, lo que es una pésima noticia para los países de nivel educativo reducido que han procurado remediar sus deficiencias devaluando la moneda y resistiéndose a honrar sus obligaciones.
Fue habitual tildar los años setenta de "una década perdida" para la Argentina y otros países latinoamericanos, una calificación que más tarde sería aplicada aquí a los ochenta y los noventa. ¿Será el primer decenio del siglo XXI otra "década perdida"? A menos que una vez más esté por producirse un viraje espectacular, en lo que le queda los grupos dominantes seguirán resistiéndose a permitir los cambios sin los cuales ningún país podrá mantenerse a flote en los tiempos que se aproximan. Si bien les convendría a los muchos políticos que se sienten comprometidos con el esquema corporativista existente que los argentinos siguieran optando por "luchar" contra el mundo, negándose a hacer frente a los desafíos provenientes del exterior, pero a la inmensa mayoría de la población no le beneficiaría en absoluto la concreción de su sueño de un país cuya relación con el resto del planeta se asemeja a la de Santiago del Estero con la Capital Federal. Antes bien, significaría la consolidación del "modelo" lumpen que fue instalado por Duhalde y que por razones políticas Kirchner se ha visto constreñido a reivindicar.
Por tratarse de un modelo que se basa en la resignación, su futuro depende de la voluntad mayoritaria de continuar conformándose con la mediocridad por suponer que cualquier alternativa sería todavía peor. Acaba de cumplir tres años, efemérides que fueran celebradas, como han sido tantas otras calamidades, con las marchas tumultuosas de siempre de los piqueteros y agrupaciones izquierdistas que en esta ocasión exteriorizaron la decepción que sienten por un episodio que, lejos de poner fin a "la miseria y explotación" de los de abajo, sólo sirvió para agravar su situación. Por su parte, los voceros principales de la clase política, tanto peronistas como radicales, insistieron en que la culpa fue del entonces presidente De la Rúa por su "debilidad", lo que puede ser cierto aunque, a juzgar por la experiencia de sus sucesores, para que sea "fuerte" un mandatario en la Argentina actual tendría que defender los privilegios de sus congéneres de la clase política rehusándose en nombre de las esencias patrias y de la guerra santa contra el FMI a emprender reforma alguna que pudiera incomodarlos.



Noticias

miércoles, diciembre 22, 2004

Creció un 20% la cantidad de alumnos en las universidades

En cinco años, la cifra total de estudiantes en universidades públicas y privadas saltó de 1.243.368 a casi un millón y medio. En ese lapso, también aumentó un 50% el número de graduados.

Alejandra Toronchik.

Conocer la verdad siempre tiene algo de desilusión y al mismo tiempo, de alivio. En lo que hace a la realidad de las universidades argentinas, seguramente nadie se alegrará al saber que los estudiantes tardan un 60% más del tiempo esperado en recibirse. Pero parece ser una buena noticia que la cantidad total de alumnos universitarios creció un 20% desde 1999 hasta hoy. Esta combinación entre logros y preocupaciones es lo que transmite un informe del Ministerio de Educación sobre la realidad de las universidades argentinas y al que Clarín tuvo acceso en forma exclusiva.El Anuario de Estadísticas Universitarias 1999-2003 —elaborado por el departamento de Investigaciones e Información Estadística de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación— es el primero que el Estado produce desde 1998. Allí se revela, entre otras cosas, que hoy, en la Argentina, existen 100 universidades, entre facultades nacionales, privadas, extranjeras, provinciales o institutos universitarios. Y que sobre los 1.243.368 estudiantes que había en 1999, hoy estudian 1.493.556 personas, "un índice de crecimiento normal, que acompaña la tasa de crecimiento demográfico del país. Y que podría cambiar en los próximos años dado que la tasa de natalidad está bajando —explica Marta Kisilevsky, coordinadora de la investigación—. También (y ya en el terreno de las hipótesis) hay una búsqueda de inserción laboral y ascenso social: a pesar de la crisis, los universitarios ganan todavía más que los que no lo son", agrega.En estos complicados cinco años, el aumento en la cantidad de alumnos universitarios se registró tanto en las universidades estatales (a un promedio del 4.8% anual) como en las privadas (con un 4% anual), "pero en éstas se registró un descenso en 2002 causado por el estallido de la crisis, que llevó a muchos alumnos de vuelta al sistema público", explica Kisilevsky. Ubicadas con poca democracia geográfica, la mayoría de las universidades hoy se concentra en la Ciudad de Buenos Aires (el 36,4%, con 185.043 alumnos), mientras que Tierra del Fuego, Santa Cruz, Jujuy y Catamarca oscilan, apenas, entre el 0.1 y 0.3% del alumnado. Sin embargo —y a favor de la descentralización—, se registró un lógico aumento de matrícula en las universidades del conurbano bonaerense, a medida que se hicieron más conocidas y accesibles. La Universidad de San Martín, Sarmiento, Lanús, Quilmes y Tres de Febrero aumentaron entre el 19 y el 32.5% cada año. También crecieron las públicas de Patagonia Austral (11.9% anual), Córdoba (1.9%) y la UBA (3.8%).Pese a datos que indicarían que la mitad de los inscriptos abandona en primer año, llama la atención que aumentó el número de graduados que pasó de 50.000 en 1999 a 74.000 en 2003: 56.441 de públicas y 18.357 de privadas. El número de egresados aumentó 11.7% cada año en las públicas y del 7.3% anual en las privadas. Un fenómeno para el cual en el Ministerio se discuten diversas explicaciones, aún sin definición.Tendencia ya conocida, y confirmada por el informe: la mayoría de los estudiantes universi tarios son mujeres: el 55% del alumnado total y el 55.7% del total de egresados de 2003. Sin embargo, en las privadas alcanzan sólo el 49.1%, dato que podría tener conexión con que ganan el 30% menos que los varones a igual trabajo. Para encontrar la mayoría masculina habrá que buscar en las ciencias aplicadas (el 63%, básicamente en las ingenierías). Y el gran predominio femenino se da Bioquímica, donde el 70% son mujeres. Los grupos de carreras que más crecieron entre 1999 y 2003 fueron las humanísticas (Artes, Educación, Filosofía, Historia, Letras, Psicología), en 10.3% anual. También subieron las llamadas "básicas" (Física, Química, Biología y Matemáticas), con un 7.5% anual. Para sorpresa de muchos, Matemáticas parece ser la estrella del período, que pasó pasó de 5.000 a 9.000 estudiantes en los últimos cinco años. Las ciencias de la salud y las aplicadas (Ingeniería, Arquitectura) tuvieron un incremento del 3.1 anual. Y las sociales (Derecho, Economía, Política, Sociología), un promedio del 4.3% anual.En este cuadro, es interesante destacar que carreras que solían ser bastiones en el imaginario estudiantil nacional, como Derecho y Económicas vieron reducir por primera vez en años la cantidad de alumnos. Entre 1999 y 2003 —y en consonancia con los fuertes cambios de discurso político en el país—, Derecho pasó de 8.300 alumnos a 7.300 (en la UBA), de 2.500 a 2.000 (en Córdoba) y de 2.400 a 1.600 (en Rosario). También Ciencias Económicas pasó de 15.000 a 10.000 en la UBA y de 3.000 a 2.300 (en Córdoba). Aún así, siguen representando la mayor concentración de estudiantes (el 42.2% en estatales y el 57% en privadas). En ese sentido, es probable que el Gobierno intervenga cada vez más en los intentos por desarrollar toda carrera emparentadas con la industria y con la producción. Según el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, "hoy hay un modelo de país orientado a la producción. Son condiciones que permiten implementar políticas activas para orientar la matrícula hacia las áreas en las que detectamos mayores necesidades. Y en el marco de este modelo de desarrollo económico y social, hay carreras que obviamente adquieren un valor estratégico, para volver a contar con cuadros técnicos con excelente formación. En ese sentido, las becas a carreras definidas como prioritarias es una de nuestras estrategias centrales". Entre noticias alentadoras y alarmantes, entre el esfuerzo por crecer y aprender y las tantas maneras en que la crisis social y económica conspira contra la formación de nuevos profesionales, conocer éste y otros datos será una herramienta para trazar políticas educativas más cercanas a la realidad que a la cosmética.

Clarín.

Mejor democracia no es un lujo

Cuando la posibilidad de fiscalizar o invalidar las decisiones que toma la autoridad se reduce a su expresión mínima (por ejemplo, una votación cada dos años), el mapa del poder queda desequilibrado.

Roberto Gargarella. Profesor de Teoría Constitucional (UBA, Di Tella)

Alguien podría decir que la creación de mecanismos institucionales capaces de asegurar una democracia más inclusiva y un sistema institucional mas permeable a las demandas ciudadanas representan lujos a los que sería bueno acceder, de ser posible, en un tiempo futuro.Según una visión como esta, la democracia tendría ciertas prioridades —seguridad, educación, un cierto bienestar material— frente a las cuales todas las demás demandas deberían quedar relegadas, a la espera de vientos mejores.Este tipo de afirmaciones resultan tan comunes como preocupantes, sobre todo en circunstancias como las que hoy vivimos —circunstancias que incluyen poderes cada vez más amplios para quienes, en la esfera política tanto como en la económica, cuentan ya con cuotas de poder significativas—.En efecto, la ausencia de oportunidades a través de las cuales hacer valer la propia opinión o, directamente, exigir cambios frente a los rumbos tomados, constituyen una excelente noticia para los más poderosos. Cuando la autoridad —cualquiera sea— puede tomar miles de decisiones, mientras que la posibilidad de fiscalizarlas o invalidarlas se reducen a su expresión mínima (por ejemplo, una votación que se produce cada dos o cuatro años), el mapa del poder resulta obviamente desequilibrado.En tales casos, ¿cómo debe actuar una persona responsable, defensora de algunas de las decisiones que se toman en su nombre, a la vez que opuesta a otras tantas medidas? ¿Cómo debe actuar para no aparecer ni como un critico obcecado, ni como quien avala ciegamente todo lo que el poder realiza? ¿Cómo si no se le aseguran oportunidades para tratar de modo distinto decisiones distintas y exponer a la luz pública los matices propios de sus juicios? Para quien ocupa una posición de poder, debe resultar muy satisfactoria la posibilidad de alzar victorioso la copa de la democracia, luego de una contienda tan desigual: es tan poco lo que requiere para desplazar toda objeción significativa a sus desaciertos.En la Argentina, las excusas que se emplearon para enterrar toda crítica opositora adquirieron formas muy diversas en tiempos diversos: en ocasiones, la excusa fue (y tal vez sigue siendo en muchas provincias) la posibilidad de garantizar el empleo público, en otras la capacidad de frenar la inflación, en otras la destreza para asegurar la estabilidad cambiaria. "Méritos" como los señalados sirvieron, a veces, para que la autoridad afirmase su autoritarismo creciente; en otras, para que relegase las críticas de corrupción que podían legítimamente hacérsele; y en otras más, para que tornara menos visible su absoluto desdén hacia las demandas de la ciudadanía. Para las autoridades de turno, cada elección victoriosa representó, en tales casos, una buena manera de proclamar que, en la verdad de los hechos, la ciudadanía aprobaba el amplio conjunto de sus acciones, desde las más "virtuosas" hasta las más censurables. Todo matiz, toda distinción, todo reproche quedaba automáticamente sepultado: el apoyo mayoritario a una cierta medida que consideraba necesaria (digamos, mantener la inflación baja) era capciosamente interpretado por el poder de turno como una "carta blanca" de respaldo a todas sus decisiones.Lamentablemente, quienes son víctimas de extorsiones semejantes deben tolerar además la aparición de afirmaciones del tipo "el pueblo es el que vota corruptos", o "en definitiva son las propias víctimas las que siguen eligiendo a sus verdugos". Estas proclamas resultan, generalmente, cínicas a la vez que malintencionadas (en especial frente a una ciudadanía que, con más o menos dignidad y destreza, supo ponerse de pie durante meses, en reclamo de cambios que luego le fueron negados).Pero lo cierto es que nadie debería ser responsabilizado por aquello que se le impide que haga. A nadie se le puede pedir un "voto más inteligente" mientras se le quita la posibilidad de discernir entre lo bueno, lo regular y lo malo; lo urgente y lo más urgente; lo aceptable y lo que no lo es tanto. Cualquier voto va a resultar "torpe" en la medida en que, por un lado, se acribille a la ciudadanía a preguntas, y por otro, se le niegue sistemáticamente la oportunidad de responder a cada una o a la mayoría de ellas.Lejos de resultar un lujo, la recreación del sistema institucional representa una necesidad indispensable si lo que se quiere es poner fin a la extorsión política y evitar los evidentes riesgos de manipulación de la voluntad colectiva. Paradójicamente, circunstancias como las que vivimos, caracterizadas por la existencia de arreglos institucionales tan deficientes, abren oportunidades notables tanto para el gobernante sinceramente democrático como para el caudillo más temiblemente autoritario.En dicho contexto, el genuino demócrata queda en condiciones excepcionales para probar sus convicciones, dando cuerpo y vida a los ideales de autogobierno que proclama en sus discursos. El autoritario, en cambio, puede seguir abusando de la retórica más popular, apoyado cómodamente en mecanismos que, mientras tanto, van vaciando de sentido a la democracia, y transformándolo todo en un juego de formas y sombras.


Clarín.

Treinta millones de euros para que se lea "El Quijote"

Congresos, campañas de lectura, espectáculos y exposiciones para celebrar a Cervantes.

Miguel Angel Trenas.

La ministra de Cultura de España, Carmen Calvo, presentó ayer el programa conmemorativo del cuarto centenario de la primera edición de El Quijote, que se celebrará a lo largo del 2005. "Un proyecto de Estado que, más allá de la efemérides —dijo— será uno de los compromisos más significativos de esta legislatura, creando un nuevo espacio de trabajo para el fomento de la lectura y apoyo al libro". El Gobierno español invertirá en la celebración 30 millones de euros. A la presentación asistieron representantes de diferentes organismos e instituciones del Estado, presidentes de comunidades y gobiernos autonómicos, consejeros de Educación y Cultura y alcaldes de ciudades como Barcelona o Alcalá de Henares. La ministra afirmó que el mejor homenaje "es leer el libro" y que el programa era el resultado de siete meses de intenso trabajo. "Cada día llegan nuevas propuestas para la celebración, que se irán incorporando al calendario", dijo, y recordó la "obligación de la política cultural del gobierno español con Latinoamérica, que tendrá una presencia muy cuidada en este centenario, que también pondrá su mirada en Estados Unidos, en el continente africano, en Asia y en algunas ciudades del mundo árabe". El programa, abierto a nuevas iniciativas, tiene un carácter marcadamente transnacional e incluye numerosas exposiciones, congresos y ciclos, conciertos, representaciones teatrales, programas audiovisuales y de creación, publicaciones y la rehabilitación de recintos vinculados al Quijote, además de una dirección en Internet: www.centenarioquijote.es. La presentación del programa se realizó tras la reunión constitutiva de la comisión encargada de la conmemoración, a la que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, envió un texto en el que señalaba "como objetivo prioritario de la celebración la dimensión educativa" y afirmaba que el cuarto centenario debe ser un momento de reflexión sobre una serie de cuestiones vitales para el futuro de España y de los países de habla hispana: ética pública, compromiso personal, educación, solidaridad y encuentro. "El quijotismo, —decía el texto— es humanismo y esta es una celebración del hispanismo y de la fraternidad universal". Por su parte, José Manuel Blecua, presidente de la comisión ejecutiva, dijo que "este es un momento único para la cultura española y para reflexionar sobre lo que significa este libro".

Clarín.

Despiden en Córdoba a dos funcionarios de Cultura por autorizar una muestra polémica

El intendente de Córdoba, Luis Juez, separó de sus cargos a dos funcionarios de la Secretaría de Cultura de la municipalidad que autorizaron la realización de una muestra polémica. Se trata de una exposición sobre la Navidad a la que un grupo de católicos calificó de "blasfema", algo similar a lo ocurrido en Capital con la retrospectiva de León Ferrari. Los funcionarios despedidos son el subsecretario de Cultura, Miguel Cabrera, y el director de esa área, Luis Gregoratti. El escándalo se desató por las protestas que efectuó un grupo religioso calificado de tradicionalista, encabezado por el sacerdote Julián Espina, cuando se iba a inaugurar la muestra, en el Cabildo cordobés."Creo en la libertad de expresión, pero no puedo permitir que en un espacio público se agravie gratuitamente, yo también me siento agraviado", dijo Juez a los medios. Para el jefe comunal, esos funcionarios no tuvieron dimensión de las consecuencias que podía tener la muestra a pocos días de la Navidad. Y remarcó que "las condiciones para la exhibición son las que establece el municipio". "Esas condiciones son hacer una muestra que tenga motivos navideños, que permita la posibilidad de expresión de una amplio marco, pero que no genere polémica ni conflicto social", explicó. A los opositores a la muestra les molestó un cuadro de Roque Fraticelli, que exhibe a una mujer, que sería la virgen María, haciendo el amor con un hombre con cabeza de pájaro que representaría al Espíritu Santo. De la polémica desatada por la suspensión de la muestra tomó parte también la Iglesia local que a través de un comunicado del arzobispo, monseñor Carlos Ñañez, criticó la expresión artística, pero también cuestionó la actitud violenta de Espina y sus seguidores. Espina y su hermano, el abogado Carlos Espina, explicaron a distintos medios que el culto que profesan desconoce la autoridad del Vaticano. Los tradicionalistas al último Papa que reconocen es a Pío XII, y a ningún otro a partir de Juan XXIII.La apertura de la muestra se frustró el lunes por la presencia de opositores a la exposición, que tenían conocimiento de algunas imágenes que se iban a presentar porque trascendieron en noticieros televisivos, antes de que abriera al público.

Clarín.

domingo, diciembre 19, 2004

Deme sus datos

Ya es habitual que empresas, organismos o negocios nos pidan información personal cuando se hace un trámite o una compra. Lo cierto es que esos datos, no siempre protegidos, hoy tienen el valor de una mercadería valiosa.

Marina Artusa.

La mujer llamó para confirmar que “mañana, entre las 13 y la 18, la señorita María va a pasar a entregar el pedido.” Antes decortar chequeó la dirección y recordó que, a cambio, a la seño-rita María había que pagarle 50 pesos. Sólo eso cuesta saber, ilegalmente, cómo se escribe suapellido sin cometer errores, dónde vive usted, cómo se gana la vida, qué número de DNI le tocó en suerte y si ya va por el duplicado o triplicado de su documento. No se lo tome a pecho, no es nada personal. Junto con sus datos, los cinco CDs que con tanta amabilidad reparte la señorita María en sobres de papel madera contienen la misma información decada uno de los habitantes detodo el país.“Está prohibido vender el padrón electoral”, aclara Juan Carlos Aquerreta, vicepresidente de Comercio Electrónico y Contenidos de la Cámara Argentina de Bases de Datos y Servicios en Línea (CABASE). “El padrónelectoral no debe estar en manos de particulares –agrega el director nacional de Protección de Datos Personales, Juan Antonio Travieso–. Es una atribución dela Cámara Nacional Electoral y son datos que sólo debe administrar el Estado.”Sin embargo, Eduardo Mercovich, un biólogo que coordina el Comité Argentino de la Coalition Against Unsolicited CommercialEmail –Coalición contra el emailcomercial no solicitado– (CAUCE) Internacional, recibe casi a diario por correo electrónico ofertas para comprar bases de datos que van desde padrones hasta listas de usuarios de celulares y tarjetas de crédito, archivos con más de 20 millones de direcciones de e-mails y nóminas de personas físicas o jurídicas que posean cheques rechazados.“No está autorizado elaborar bases de datos con información a la que usted no tiene acceso –agrega Travieso–. Toda la información pública de AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) o del Banco Central esuna información que está reservada, igual que la de la ANSES(Administración Nacional deSeguridad Social) y las bases de datos de sueldos." Pero a mediados de 1997 dos caballeros de traje intentaron venderle a la AFJP Previnter una base de datos con cuánto ganaba, dónde trabajaba, a qué AFJP estaba afiliado y hasta qué auto tenía cada habitante de la Argentina. Los datos, tomados de la ANSES, se completaban con la lista de empleados de todo el país que ganaban más de 2.000 pesos por mes, el padrón electoral y el del automotor. Un año después, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral archivó la causa. "No todo lo inmoral o lo ilegal es delito penal", dijo por entonces.¿Cuántas bases de datos hay?Nadie lo puede saber, creo. Vos tenés desde el delivery de empanadas de tu casa, que tiene una base de datos del barrio, hasta una corporación de servicios públicos que tiene una base de datos de millones de todo el país y sabe qué consumen, dónde viven. (Juan Carlos Aquerreta, CABASE). La Dirección Nacional de Protección de Datos Personales está armando un registro. "Se hizo un censo de bases de datos en el que se anotaron un poco más de un millar. Eso no quiere decir que no haya más. Todos los días se están anotando bases", señala Travieso. Lo cierto es que no siempre es delito comprar o vender una base de datos. "Si uno encarga hacer una encuesta y la gente consultada sabe para qué van a ser usados esos datos, eso se puede vender. La cuestión es que se haga dentro de ciertas normas que le aseguren a las personas que están dentro de la base de datos que se garantiza su privacidad", dice Aquerreta. No fue lo que le sucedió al mismo director nacional de Protección de Datos Personales, cuando lo llamaron para ofrecerle un lugarcito en un cementerio privado. "´¿De dónde obtuvo mis datos?´, le pregunté. Los habían conseguido de un club al que voy -cuenta Travieso-. La finalidad del club es tener una nómina de socios para cobrar la cuota e informar sobre las actividades no para vender la base y que a los socios los estén molestando a las tres de la mañana para venderles un terrenito en un cementerio."¿Cómo se puede constatar que los datos que uno da van a ser utilizados para lo que nos dicen?Lo primero es negarse a contestar o preguntar si la empresa está registrada en la oficina de datos personales, cuáles son los fines de esa base o si sigue las normas de habeas data (Juan Carlos Aquerreta, de CABASE). El habeas data (en latín, tienes tus datos) fue incluido en el artículo 43 de la Constitución reformada en 1994 y en el 2001 se aprobó la ley 25.326 que defiende el derecho a la privacidad de las personas y a dar y recibir información.¿Llenó el formulario?Más de una vez lo habrán tentado con un viaje, una raqueta o un juego de sábanas a cambio de algo que no le demanda ningún esfuerzo porque usted se lo sabe de memoria: sus datos. "Si va a comprar un lavarropas y llena un cupón, usted autoriza a que sus datos sean utilizados para que le hagan propaganda. Así se van haciendo bases de datos", explica el titular de la Dirección de Datos Personales. Desde la Cámara de Bases de Datos, Aquerreta lo confirma: "En general cuando vos llenás un talonario en un shopping hay una letra chiquitita que dice que pueden hacer con vos lo que quieran. Lo que pasa es que la gente no la lee porque piensa que se va a ganar una máquina de fotos. Esa es una de las puertas de ingreso a las bases de datos que uno no tiene ni idea que existen."Además de juntar puntos para el radio-reloj despertador, cada vez que la cajera del súper pasa por el lector su tarjeta de socio de ese comercio, la lista de compras queda grabada. Es así como el gerente de márketing puede saber, si lo desea, cuántos metros de papel higiénico consume por mes cada uno de los clientes que tienen la tarjeta. "El objetivo apunta a realizar el márketing uno a uno, a conocer a nuestros clientes para acercarles una propuesta personalizada de ofertas o promociones", dice Diego Barón, gerente de márketing de Disco, una empresa que asocia clientes a través de la tarjeta Discoplus. En la opinión de Juan Antonio Travieso, de la Dirección de Datos Personales, "si usted va siempre al mismo supermercado porque le dan un premio, usted ha prestado consentimiento para estar en una base de datos. ¿Por qué? Porque le van a hacer un regalo -subraya-. Va al supermercado y le dicen: ´¿Tiene la tarjetita?´ y usted se la da voluntariamente. Los datos sólo puedo utilizarlos para la finalidad para la que los he solicitado.Ese supermercado puede utilizarlos para ofrecerle productos, pero no puede vender esa base a terceros para que le hagan propaganda para venderle lavarropas. Eso sucede pero es ilícito." El gerente de márketing de Disco detalla que lo que ellos hacen con la información que obtienen es "medir el tiempo transcurrido desde la última compra, la frecuencia y el monto que gastan los clientes -dice Barón-. En base a esos marcadores se hace márketing directo llamando por teléfono o enviando promociones por correo. A veces hacemos acciones conjuntas con un proveedor que no tiene participación en nuestra base de datos. Lo único que el proveedor sabe es que tengo tal cantidad de clientes en un radio determinado que son consumidores de su producto y nada más. Resguardamos esa base de datos que no está subida a Internet.""Gracias, ya me llamaron"María Elena de Ponte, una jubilada de 76 años, no entiende por qué cada vez con más frecuencia la llaman de la empresa de emergencias médicas de la que es socia para ofrecerle un servicio que ella tiene desde hace más de diez años. "Después de escuchar todo el versito, cuando le digo a la chica que soy socia, me pregunta si no tengo amigas para asociar. Me fastidia porque a veces me llaman de noche y yo me acuesto temprano, aunque no me duermo porque me quedo mirando la televisión", cuenta la señora, que es viuda y vive sola. María Elena no sabe que, por la ley 25.326, ella tiene derecho a decirle a la chica de la empresa de emergencias que no la llame más, que le puede preguntar "¿De dónde obtuvo mis datos?" y que hasta le puede pedir que la borre de la lista. Algo más: si María Elena lo solicitara y siguieran llamándola, ella podría hacer la denuncia ante la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales. Las sanciones van desde multas de 100 mil pesos hasta la clausura de la base de datos."Para la mayoría de la gente, la intrusión en la vida resulta más molesta que la tenencia del dato en sí", opina Mary Teahan, presidenta de la Asociación de Márketing Directo e Interactivo de Argentina (AMDIA). "La ley autoriza la propaganda a partir de datos como el número telefónico y la dirección -dice Travieso, director de Datos Personales-. Pero la gente tiene derecho al op out, es decir, el sáqueme de la lista. EE.U.U. tiene el servicio Don´t Call (No llame), autorizado por la Federal Trade Comission (Comisión Federal de Comercio), y en la primera semana se anotaron 50 millones de personas."Según la presidenta de AMDIA, el márketing directo utiliza datos inofensivos como lo es ofrecerle la última edición de Las cuatro estaciones de Vivaldi a alguien que haya declarado alguna vez que le gusta la música clásica. "En el márketing directo los datos son bastante inocuos. Se necesita el nombre, número de teléfono y un dato de segmentación que no revela hábito de consumo sino algún interés", destaca Teahan.Se conoce como telemárketing al uso del teléfono como medio de comunicación para realizar ofertas de bienes y servicios. "El mal uso sí podría molestar a la gente. Por ejemplo, un telemárketing que llame el domingo al mediodía o después de las 9 de la noche o que no respete los pedidos de la gente de sacarla de la lista", enumera la presidenta de AMDIA. Información chatarraEduardo Mercovich, coordinador de CAUCE Internacional, es dueño de una dirección de e-mail que tiene más de una década y por eso es candidato seguro a figurar en las bases de datos de quienes hacen negocios enviado e-mails masivos, no solicitados y promocionales, más conocidos como spam. Así fueron bautizados en alusión a una marca de comida enlatada para cerdos.Mercovich recibe, por día, 180 emails de spam que vulneran su intimidad. "Dentro del paquete del spam está el tonto que cree que va a hacer publicidad que le va a venir bárbaro. Es el tipo de las empanadas al que le venden esto como la solución y lo toma como un efecto colateral de Internet, como si tener e-mail implicara recibir spam, y no es así -subraya-. Hay empresas que lo tomaron como estrategia de márketing y lo hacen para ellos mismos, hay spamers que venden el servicio y hay un porcentaje pequeño que está apuntando a hacer inteligencia criminal. Es spam que se genera para ubicar a través de la oferta de servicios ridículos y carísimos a gente de cierto nivel económico que pueda ser un posible blanco de un ataque criminal."Aunque fastidie que nos llenen la casilla de e-mails, en la Argentina el spam no es ilegal. "No hay nada que diga que vos no podés mandar e-mails a diez millones de personas, pero ¿qué pasa si todos lo hacemos? Las casillas reventarían en la primera hora", dice Mercovich. La propuesta de CAUCE para la Argentina es crear un op out único nacional: "Quien quiera mandar e-mails masivos podrá, pero antes deberá contrastar sus direcciones con esta base que le dirá a cuáles no enviar", explica.¿Incobrable yo?En 1993, a Rosana Inés Crosta, una gemóloga por entonces recién casada, le falsificaron el DNI para cometer estafas varias. Desde entonces, ella y su marido, Juan Carlos Cartea Moraña, tuvieron tres nenas y no abandonaron la lucha para dejar de figurar en la consultora de riesgo crediticio Veraz. "Esto es matar en vida a una persona", lo define Cartea Moraña. En 1996, la Justicia dictaminó la rehabilitación de Rosana. Fuentes del Veraz confirmaron que no quedó nada que afectara su situación pero que Crosta figura, sin embargo, con una deuda que Veraz registra a través del Banco Central y que le fue ratificada por el banco informante del Central.En la Argentina, la ley autoriza a que la información financiera se suministre sin el consentimiento del titular del dato. "Para la información financiera, el estado tiene presente que en la medida en que ceda más información hay más crédito y el interés baja porque la gente tiene más seguridad -explica Travieso, desde la Dirección de Datos Personales-. Por supuesto que la persona tiene la posibilidad de suprimir, reformar o cambiar la información en caso de que sea incorrecta. Puede venir a nuestra oficina o ante el poder judicial ante el cual se hace el habeas data. Una cuarta parte de los reclamos que se hacen en esta oficina tiene que ver con esto."Para Alfredo Vicens, gerente general de Veraz, "nuestro objetivo es asegurar que la gente acceda al crédito con menos burocracia". Vicens destaca que el debate por la ley de habeas data duró cinco años y que el tema de poder brindar información financiera sin previo consentimiento fue clave. "El ciudadano común lo que siente es una primera sensación de rechazo a que se maneje su información comercial y lo que se está dejando de tener en cuenta es el derecho que tiene quien está resolviendo un crédito de poder acceder a esa información, de saber el comportamiento crediticio de una persona que le está pidiendo crédito", dice Vicens.¿Por qué hay gente que saldó su deuda y sigue en elVeraz?La mayor cantidad de conflictos los tenemos con la información proveniente del Banco Central y la información judicial. A veces se corrige individualmente en cada empresa que maneja esa información y no se está corrigiendo en la fuente madre que es el site público. En el caso de la información judicial, a veces tiene serios problemas en mantener actualizadas la información de las causas judiciales (Alfredo Vicens, gerente general de Veraz).A ver en qué andásCasi por la misma plata por la que se consigue comprar el padrón electoral de todo el país, se consiguen programas -por 49 pesos que, burlando toda contraseña, permiten acceder a los e-mails que se envían o se reciben en una computadora y graba cada palabra que se tipea. "Hay un riesgo tecnológico que es que personas se pueden apropiar de la información de otros usando herramientas tecnológicas o bien errores tecnológicos en las bases de datos o en sistemas llamados vulnerabilidades", explica Federico Seineldín, presidente de Openware, una firma que se dedica a cuidar el acceso e intercambio de información entre compañías. "Cada empresa conectada a Internet tiene un promedio de entre 5 y 10 intentos diarios de búsqueda de información para tratar de entrar -dice-. En un 99,8% son chicos que prueban destrezas, no son ataques dirigidos."Hay, además, riesgos que nos involucran. "En las computadoras pueden estar corriendo programas que vos desconocés y es más probable que corran en computadoras que no son tuyas. Hay que evitar poner datos sensibles en los locutorios -recomienda-. No es que la gente de los locutorios obre mal pero esas máquinas son de uso anónimo y gente que se pone a jugar puede bajar programas que pueden grabar todo lo que vos tipeás en el teclado."Al director de Datos Personales lo preocupa, por otra parte, el alcance y usos que se les pueda dar a los datos de localización. "Son los identificadores por radio frecuencia: se coloca un microchip en una camisa y el vendedor puede saber adónde partió la camisa. En la Argentina hay supermercados que están comprando 30 millones de esos chips -explica Travieso-. Hasta ahora, cuando lo pasan por la caja, descarga del inventario el artículo y encarga a la fábrica otro para reponer, pero se está desarrollando que el alcance se extienda y que se sepa adónde va a parar." Este consumo localizado, con nombre, apellido y coordenadas del producto asusta. "Pasa por la ética y la moral de cómo utilizarlo.Cuestan 20 centavos de dólar cada uno y son tan pequeñitos que se pueden poner en la ropa, en el cuerpo, en un documento -dice Seineldín-. Estos dispositivos se pueden leer a una distancia de entre cinco y diez metros. Una empresa mexicana está experimentando que se puede ir en un auto a 180 km por hora y el dispositivo lee y graba información." Tengo lo que está buscandoCuando lo operaron, a José Mazzeo nadie le preguntó si iba a querer recibir a la promotora del producto descartable que durante un largo tiempo iba a tener que usar como consecuencia de la cirugía. "Todavía estábamos en el sanatorio cuando vino la chica a ofrecer lo que vendía. Nos dejó una carpeta y nos regaló una caja", cuenta María Susana, esposa de Mazzeo. ¿Acaso eso no es violar la confidencialidad que exige la enfermedad de un paciente? "Dentro del ámbito de la salud de todos los días, de la obra social, de la prepaga y del hospital, hay gente que tiene acceso a la información que no firmó el acuerdo de confidencialidad y esos datos están identificados con nombre y apellido", dice María Fernández Freire, médica gerente del laboratorio Thywill Latam Solution.En la Argentina está prohibido hacer publicidad directa de los productos que se venden bajo receta, pero hay laboratorios que igual cuentan con bases de datos de márketing. "Se está trabajando para que los pacientes queden desidentificados", aclara Fernández Freire.Daniel Ciriano, director médico de Laboratorios Roche, explica que cuando se hace un seguimiento de fármaco vigilancia -es decir cuando un paciente reporta que un medicamento le causa efectos adversos-, "recolectamos el dato y lo disociamos. Se genera una base con el dato disociado y el compromiso es no transferir la base. Es usar el dato para lo que fue recolectado y no transferirlo. Además, los pacientes a los que la medicación se le envía a la casa, siempre tienen que aceptar que el médico le de su dato a alguien que le va a dar determinado servicio".Fernández Freire destaca, sin embargo, un aspecto no resuelto de la protección de datos sensibles: "La ley, en el capítulo 2, artículo 4, punto 7, establece que una vez que el dato fue utilizado para el fin que se propuso debe ser destruido y hoy encontramos respuestas a, por ejemplo, tumores o muestras de sangre de hace cinco años." Según ella, los casos más dramáticos son los de cáncer. "Con los años puedo descubrir en una paciente con determinado tumor que tenía en la sangre un marcador según el cual un familiar directo tiene el 80 % de chances de tener ese cáncer. Pero como tuve que desidentificar los datos, ¿cómo llego a la señora para que mande a examinar a toda la familia? -se pregunta-. El punto es si la protección no lleva a que uno quede desprotegido en su salud por proteger su dato."En 1996 una investigación publicada en Estados Unidos calculó que una persona generaba 150 registros electrónicos diarios. ¿Lo va pensar dos veces antes de llenar el próximo formulario que le pongan en las manos? •

Viva

Catolicismo 1, libertad de expresión 0

Marcelo A. Moreno.

La dilatada polémica por la muestra del artista León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta ha terminado, dentro de todo, bien. Es decir, por la vía de la ley. Una jueza entendió que las obras de arte allí expuestas lesionaban "los sentimientos religiosos de la enorme mayoría de los habitantes de esta ciudad". Por eso ordenó su "supensión preventiva", haciendo lugar a un recurso de amparo de la Asociación Cristo Sacerdote.Precisamente el sacerdote Xavier Rykeboer, apoderado de esa asociación, puntualizó que "nosotros no cuestionamos la obra de Ferrari sino que el Estado la acoja". El secretario de Cultura porteño, Gustavo López, aseguró que el Gobierno tenía que "promover la cultura, dar espacio y garantizar la libertad de expresión, sin ejercer censura previa". Por eso, mañana apelará.Pero desde que se abrió la muestra, lo que exigió la Iglesia era que el Gobierno de la Ciudad cerrara la exposición. Es decir, que ejerciera la censura de Estado. Se trata de una extensa tradición católica. Ya en el régimen de facto de Farrell, por los años 40, logró que se le cambiaran las letras a los tangos porque consideraba irreverente el lunfardo. Y en épocas de la autocracia de Onganía, logró que se prohibiera la ópera Bomarzo y el Instituto Di Tella, mientras manos piadosas manejaban las tijeras con que se cercenaban las películas de Bergman. Más tarde, durante la dictadura militar, monseñor Bonamín, vicario castrense, bendecía las piras que encendía el general Menéndez. Allí, en el mismo fuego, los textos de Marx se quemaban con los de Luis Gusmán y con tratados de matemática moderna.Ahora nada de esto ocurrió. El Estado defendió la libertad de expresión artística y sólo la intervención de la jueza Elena Liberatori (paradojas de un caso y un apellido) determinó el cierre. No las presiones, no las amenazas, no el vandalismo contra las obras. Todo dentro de la ley. Como se debe.Sólo que cada vez que se silencia una obra de arte se cierra, a veces imperceptiblemente, una puerta del alma.

Clarín.

sábado, diciembre 18, 2004

Gana la Iglesia

"Si la Iglesia no hubiera hecho tanto escándalo, esta muestra solamente la hubieran visto los de siempre", se escuchó por estos días. De tan sencilla, esta cuenta habría que mirarla del lado del revés: si la Iglesia pone la muestra en las páginas de todos los diarios, sabe para qué lo hace. Este mes, la Iglesia dio varias batallas: contra la educación sexual en las escuelas, una. Contra el aborto, aunque apenas se trate de una charla, otra. Contra una muestra de arte, también. Hubo quienes creyeron que la segunda era una punta de lanza para construir consenso y atacar, en realidad, la primera. Difícil saber si tenían razón porque, aunque los partidos siguen, por ahora la Iglesia va ganando los tres.

Raro en democracia
El secretario de Cultura porteño, Gustavo López, dijo que la clausura le recordaba lo que había pasado en junio de 1992 entre la jueza María Servini de Cubría y el actor Tato Bores. En ese caso, la Corte Suprema finalmente dijo que era censura y que la jueza se había excedido al prohibir la emisión de una secuencia del programa de Tato. No hay muchos más antecedentes en el período democrático. Una película de Martin Scorsese, "La última tentación de Cristo", no pudo ser emitida vía satélite por el canal Space en setiembre de 1996 porque un juez, Edmundo Carbone, lo prohibió y luego se rectificó. La censura fue típica de la dictadura de Onganía —se recuerda la prohibición de la obra teatral "El Vicario", de Rolf Hochut— y de los tiempos del censor Miguel Tato en el Ente de Calificación Cinematográfica, que anuló el gobierno de Alfonsín.


Clarín.

Una jueza clausuró la polémica muestra del artista León Ferrari

Hizo lugar a un amparo que presentó una organización formada por 5 sacerdotes. Consideró que las obras lesionan sentimientos religiosos. El Gobierno porteño apelará la medida, que calificó de censura.

Anoche a las 21, por orden judicial, el Gobierno porteño clausuró la muestra del artista plástico León Ferrari, que se exhibía desde el 30 de noviembre en la sala mayor del Centro Cultural Recoleta y fue visitada por más de 29.000 personas. El secretario de Cultura porteño, Gustavo López, aseguró a Clarín que el Gobierno apelará en 48 horas el fallo de la jueza Elena Liberatori —a cargo del Juzgado Nø4 en lo Contencioso Administrativo— quien hizo lugar a una medida cautelar presentada por la Asociación Cristo Sacerdote. Alejandra Tadei, procuradora general de la Ciudad, cerró la exposición —visitada ayer por 1.200 personas— y hoy se colocará la faja de clausura. Pero la polémica promete seguir."Cuando el arte se lleva a los Tribunales lo que se lesiona es la cultura y la libertad creadora; un juez no puede decidir lo que las personas pueden ver o no", dijo Gustavo López. Y agregó: "Respetamos la división de poderes y acatamos el fallo, pero estoy en contra de toda forma de censura previa. León Ferrari merecía una retrospectiva de su obra y eso es lo que hicimos, la exposición es un hecho artístico. Mi tarea es garantizar la libertad de expresión. Ferrari es probablemente el mayor artista argentino vivo y muchas de estas obras ya fueron expuestas en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en el Museo Reina Sofía, en Madrid".La Asociación Cristo Sacerdote había presentado un pedido de amparo el jueves y pagó una caución de $ 170.000. Argumentó el derecho "a que no se ofendan o menoscaben los sentimientos religiosos de los habitantes o de un grupo de ellos". Pidió que el Gobierno porteño se abstenga de "facilitar instalaciones pertenecientes a la Ciudad, recursos humanos, materiales y económicos, por medio de los cuales se exhiben los objetos de la muestra".En el fallo, la jueza Liberatori sostiene que "en este momento la sociedad vive con la sensación de un sentimiento religioso lesionado y se ha acudido a este tribunal a fin de restablecerlo". Apoyándose en el artículo 1071 Bis del Código Civil, recuerda que "la mortificación de otros en sus costumbres o sentimientos" es "una intromisión arbitraria en la vida ajena". Agrega el fallo que "en este caso se trata precisamente de una aflicción o molestia en los sentimientos religiosos de los actores". Por eso, "este tribunal se siente convocado a preservar la tranquilidad social, en aras de lo cual se dispondrá la suspensión de los actos administrativos que autorizan la exhibición" de las obras del artista.Ferrari no quiso hablar anoche con el periodismo. Pero la curadora de la exposición, Andrea Giunta —que le hizo oír a Ferrari, por un teléfono móvil, los cantos de protesta contra la clausura— dijo que "ninguno de los dos pensamos que en democracia podía haber censura". Giunta opinó que "hay gente que aún no acepta que el arte es un espacio de libertad. Ningún funcionario, ninguna institución, puede decirle a un artista lo que debe mostrar". Al grito de "atención, atención, regresó la Inquisición", y "qué censura, qué censura, si esto es la Justicia, regresó la dictadura", unas 400 personas se manifestaron en apoyo de Ferrari momentos antes del cierre.Entre otras agrupaciones, en el lugar estaban H.I.J.O.S., Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y representantes del Partido Obrero. Circuló un petitorio con firmas y se anunció que el domingo a las 18 habrá un acto público en el lugar —un "abrazo solidario al Recoleta"— encabezado por el músico Lito Vitale, donde estarán Adolfo Nigro, Diana Dowek y Juan Carlos Romero, entre otros artistas.El padre Xavier Ryckeboer, apoderado de la Asociación Cristo Sacerdote, dijo a Clarín que "no pedimos al Estado que censure a Ferrari, sólo decimos que el Estado no puede acompañar con sus recursos económicos y sus instalaciones —en este caso, el Centro Recoleta— una acción artística en que se agravian sentimientos religiosos de los ciudadanos". Explicó que la Asociación tiene cinco integrantes y sostiene una capilla en la zona norte de la Capital. "Trabajamos desde hace diez años para promover valores del cristianismo en la cultura, confiamos en el buen juicio del Gobierno porteño", dijo Ryckeboer."Evidentemente, esta es una de las decisiones judiciales más bochornosas desde el retorno de la democracia, se va a convertir en objeto de estudio en las universidades, como caso a evitar", opinaron los abogados de León Ferrari, Pablo Jacoby y Pablo Slonimsqui. En el Gobierno porteño admitieron que los tiempos judiciales —que dan cinco días de plazo a los querellantes para contestar los fundamentos de la apelación— probablemente demorarán la resolución del caso hasta fines de año. "Si hay demoras, pediremos la habilitación de la feria judicial en enero", explicó la procuradora Alejandra Tadei .Gustavo López explicó que la muestra "Leon Ferrari, retrospectiva 1954-2004" con más de 400 obras en exhibición, fue planeada desde octubre de 2003. Debía seguir abierta hasta fines de febrero de 2005 y convocaba "un promedio de 4.000 personas cada fin de semana y unas 2.000 en los días hábiles", aseguró López. Desde que el cardenal Jorge Bergoglio dijo que la exposición era "blasfema", luego de la inauguración, hubo un "crescendo" de agresiones —gente que rompió objetos en la muestra— y se presentaron más de diez pedidos de amparo exigiendo la clausura.

Clarín.

viernes, diciembre 17, 2004

De la Rúa cargó contra la cúpula de la Iglesia

El ex presidente Fernando de la Rúa acusó ayer a la Iglesia de haber "retaceado" el diálogo político que su Gobierno impulsaba en 2001, como un intento para frenar la crisis institucional.En un extenso diálogo con FM La Isla, De la Rúa aseguró: "Cuando yo voy a la reunión de los devaluadores, en Cáritas, me encuentro que ahí estaba el gran número de los complotados listos para dar el zarpazo y devaluar". También se quejó por el apoyo que la Iglesia le dio a su sucesor, Eduardo Duhalde. El ex presidente se refirió a la reunión en la que fue abucheado, dos días antes de su caída.

Clarín.

Brasil: la guerra de la Triple Alianza quedará en secreto

Lo decidió el gobierno de Lula por considerar que abrir los archivos sería "dinamita pura" y reavivaría conflictos. Uruguay, Argentina y Brasil pelearon contra Paraguay entre 1864 y 1870.
SAN PABLO. AFP, DPA Y APEsta vez no habrá revisión de la historia. Brasil acaba de anunciar que jamás hará públicos los archivos secretos de la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay entre 1864 y 1870, considerada la entrada sangrienta del Cono Sur a la modernidad. Así ya no verán la luz los reales detalles sobre cómo se realizó el trazado de fronteras al finalizar el conflicto, un delineamiento que, se sabe sin documentación que así lo confirme, fue fraudulento. Sospechas, pues, que ahora morirán como tales.La decisión de no revelar nunca aquellos documentos guardados celosamente bajo cuatro llaves la transmitió ayer el diario Folha de Sao Paulo e inmediatamente hubo repercusiones. Paraguay, país arrasado y —según varios historiadores— jamás recuperado de los estragos del conflicto, considera hoy como un hecho del pasado la guerra que sostuvo con Brasil, Argentina y Uruguay, unidos en la Triple Alianza, y las consecuencias que esa conflagración del siglo XIX tuvo para su país (como la pérdida de gran parte de su territorio y la aniquilación de la población masculina), admitió sin ánimos de reabrir viejas heridas, la canciller paraguaya Leila Rachid."Todo lo que forme parte de la historia es justamente eso, parte del pasado", sentenció la canciller cerrándole la puerta a cualquier roce diplomático.Más de un siglo después "estamos viviendo en un momento absolutamente diferente en nuestra relación, no sólo con Brasil (sino también) con los miembros de Mercosur", agregó la ministra que justamente se encuentra en suelo brasileño en el marco de un encuentro integrador con colegas del bloque sureño, que se realiza en Belo Horizonte.¿Por qué esta discusión ahora? Porque el gobierno brasileño acaba de decidir a principios de mes su intención de abrir viejos archivos secretos, incluyendo los de las dictadura de 1964 a 1985, entre otros documentos, en el marco de una intensa discusión sobre la apertura de los registros que involucran aquellos años de plomo. Pero inmediatamente se aclaró que los papeles clasificados en poder de la cancillería brasileña sobre la guerra de la Triple Alianza no saldrán de los cajones. Nunca.La aclaración la recogió Folha de Sao Paulo de boca de un un ministro del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo nombre no fue revelado. Lo que aquellos documentos denunciarían y lo que justamente Itamaraty no desea que trascienda es cómo las autoridades brasileñas de la época sobornaron a árbitros que demarcaron fronteras, y lograron ocupar así territorios que pertenecían a Paraguay. Existirían además, en esos archivos, documentos que relatan atrocidades practicadas por los ejércitos de la Triple Alianza, agregó el ministro.Según la misma fuente, el mantenimiento del secreto fue acordado inicialmente en una reunión entre Lula da Silva y el canciller Celso Amorim, y fue confirmado en la noche del miércoles, durante la primera reunión de la comisión de ministros creada para analizar la apertura de los archivos de la dictadura militar brasileña.El gobierno considera que la divulgación de esos documentos sería "dinamita pura", y reavivaría antiguos conflictos con países vecinos, por lo que Lula dispuso que esos archivos permanecerán protegidos por el "secreto eterno".Esta guerra que se cobró la vida de al menos a 166.000 paraguayos, 50.000 brasileños, 18.000 argentinos y 3.100 uruguayos —según los estudios más actuales— enfrentó al Paraguay de Francisco Solano López contra la Argentina de Bartolomé Mitre, el Brasil del emperador Pedro II y el Uruguay de Venancio Flores. El conflicto originó muchos mitos fundacionales, porque se enlaza con la construcción de cada uno de los Estados nacionales que combatieron, y de ahí, la importancia de difundir esos registros históricos.Los archivos condenados a la oscuridad incluirían indicaciones de que la Argentina también se habría beneficiado del trazado irregular de fronteras.La decisión de no abrir esos archivos puede apenas ser modificada por la Comisión de Averiguación y Análisis de Informaciones Secretas, que reúne seis ministros, informó el diario. Pero nada se espera. El parecer de esa comisión debe ser aprobado en instancia final por el presidente Lula.


Clarín.