El Universal

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martes, julio 26, 2005

Bajo el imperio de la intolerancia

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A fin de 2004, Mohammed Bouyerí baleó y apuñaló al cineasta Theo Van Gogh por considerar que un documental suyo sobre el Islam ofendía a su religión. Dijo que si pudiera, volvería a matarlo.

Como vemos, en sociedades donde la religión y el Estado están unidos, no se desarrollan las necesarias libertades de expresión y de conciencia, fundamentales para la formación intelectual de una persona. La imposibilidad de cuestionar libremente un dogma y disentir con el pensamiento único conducen al totalitarismo, que recurre a la violencia para realizarse. No debe sorprendernos que un musulmán actúe de esta forma. Muchos defensores del Islam argumentan que los terroristas son malos musulmanes, que tales actos no se condicen con lo que enseña el Corán. Lo cierto es que por más metáforas e imágenes poéticas que contenga el texto, transcribo a continuación algunas citas textuales del libro que dan escalofríos:

“¡Combatid a quienes no creen en Dios ni en el último Día ni prohíben lo que Dios y su enviado prohíben, a quienes no practican la religión de la verdad entre aquellos a quienes fue dado el Libro! Combatidlos hasta que paguen la capitación personalmente y ellos estén humillados”.

Corán, azora 9, 29

“No hay ciudad a la que nosotros no aniquilemos o atormentemos con terrible tormento antes del día de la Resurrección. Eso está en el Libro, escrito”.

Corán, azora 16, 60

“Yo estoy con vosotros. ¡Consolidad en sus puestos a quienes creen! Arrojaré el pánico en el corazón de quienes no creen! ¡Golpeadlos encima del cuello! ¡Golpeadlos en la yema de los dedos!"

Azora 8, 12

“No es propio de un Profeta tener prisioneros hasta que haya encubierto la tierra con los cadáveres de los incrédulos”

Azora 8, 68

“¡Profeta! ¡Combate a los infieles y a los hipócritas! ¡Sé duro con ellos”

Azora 8, 74

“si cesáis en la lucha, será mejor para vosotros; si la reanudamos, la reanudaremos; no os servirá de nada vuestro número aunque sea grande: Dios está con los creyentes”

Azora 8, 19